Cuando ha existido infidelidad
Por: Natalia
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Cuando ha existido infidelidad
Según las cifras reportadas por GfK Adimark el 2017, el 39% de los chilenos ha sido infiel alguna vez. Este dato es consistente con que el motivo de consulta más recurrente en terapia de pareja sea la infidelidad de uno o de ambos miembros de la pareja. En general es posible observar que concurren con muchas interrogantes frente lo sucedido tales como: ¿qué llevo al otro a ser infiel? ¿hay algo que no hice bien? ¿cómo puedo lograr que me perdonen? ¿podré volver a confiar?
En este contexto lo primero es comprender que estas respuestas no serán dadas por los terapeutas, sino más bien estos actuarán como facilitadores del proceso, de modo que puedan surgir conversaciones en un espacio seguro y respetuoso en el que puedan escucharse mutuamente. Es probable que el dolor y rabia que puede sentir la pareja, no les haya permitido poder abordar la infidelidad en toda su magnitud.
Una de las situaciones que ocurre frecuentemente es que quien se ha sentido traicionado por su pareja comience a preguntar por todos los detalles de cómo sucedió la infidelidad. Esto suele ser bastante complejo, ya que quien fue infiel teme ahondar en estos aspectos, puesto que no desea causarle más dolor a su pareja ni sobrellevar toda la culpa que esto le puede causar. Sin embargo, es importante precisar que este proceso puede ser necesario para poder aceptar y elaborar lo ocurrido.
El incluir un tercero, sin que haya existido un acuerdo previo de la pareja, puede significar que se ha transgredido la confianza, por lo que conocer los detalles de la infidelidad es un intento de recomponerla por medio de romper el secreto y complicidad entre quien fue infiel y su amante (Coddu & Méndez, 2002). Esta explicación es fundamental que la pueda entender quien fue infiel, porque o sino podrá vivirlo como una “locura” y un sin sentido. Al mismo tiempo es relevante que esta conversación no se transforme en una “agonía” constante, es decir es necesario evitar que se prolongue en el tiempo, dado la serie de emociones que genera en la pareja. En este sentido es relevante que puedan acordar hasta dónde será suficiente indagar. Para poder definirlo puede ser importante distinguir que aceptar la infidelidad y perdonarla no implica olvidar lo ocurrido. De este modo quien se ha sentido engañado deberá decidir si es posible perdonar al otro, entendiendo que lo ocurrido se debe a diferentes razones, que no justifican el acto de infidelidad. En esta misma línea será fundamental que quien fue infiel se comprometa a no volver a realizarlo bajo ninguna circunstancia, dado que siempre pueden existir dificultades en la relación. Con este compromiso, se deberá decidir si es posible volver a confiar en el otro. Esto entendiendo que conservar la relación temiendo que vuelva a ocurrir una infidelidad puede ser muy tormentoso para ambos, dado que es imposible poder registrar cada paso del otro y menos poder saber realmente qué es lo que siente el otro. Por tanto, el confiar nuevamente es una decisión que se debe tomar, pudiendo sentir que se gana más a nivel personal y que no significa un sacrificio que se realiza por el otro.
Algunas sugerencias para hacer frente a una situación de infidelidad:
– No tomar una decisión cuando existen emociones que se manifiestan de forma intensa, ya que nos impedirá poder evaluar bien las implicancias.
– Aceptar que sentir rabia y pena es parte del proceso para lograr enfrentar lo sucedido.
– Si hay un deseo de parte de ambos de conservar la relación, es probable que ambos estén sufriendo por lo ocurrido.
– Buscar apoyo y contención en personas significativas en las que se confíe.
– Recordar que la infidelidad es un tema de pareja y no de padres por lo que es importante intentar mantener a los hijos fuera del conflicto. Ser padres es un rol irrenunciable, mientras que ser pareja si lo es.
Finalmente puede ser necesario recurrir a un especialista en terapia de parejas, si sienten que esto puede ser una ayuda para enfrentar el proceso.