¿Estás embarazada y sientes ansiedad y pena?
¿Estás embarazada y sientes ansiedad y pena?
No eres la única. Según un estudio reciente sobre la salud mental en madres chilenas, los síntomas de ansiedad durante el tercer trimestre de embarazo, tales como, preocupación y miedos específicos, se presentan en más de 43,3% de las madres encuestadas. En relación a los síntomas depresivos, un 14% de las mujeres presentaron sintomatología depresiva, como tristeza persistente y menos capacidad de disfrutar, durante el tercer trimestre de embarazo.
Estos resultados reafirman lo ya observado en investigaciones anteriores, es decir, que los síntomas ansioso-depresivos durante el embarazo son más comunes de lo que uno cree. Si bien tendemos a creer que el embarazo es una etapa idílica, una idea que la publicidad y redes sociales muy comúnmente promueven, no siempre es así. Porcentajes importantes de mujeres lo viven con sentimientos encontrados o con angustia, miedo y pena. Pero no tendemos a hablar de ello, pasando desapercibidas y sintiéndonos profundamente solas con este malestar, por la vergüenza o culpa que implica no saber que son sentimientos que también tienen cabida al convertirnos en madres.
El problema mayor entonces, no es tener estos sentimientos, sino el vivirlos sin apoyo. Cuando esto ocurre, estas vivencias pueden tener consecuencias negativas, tanto para la madre como para el bebé y el resto de la familia, tanto de manera inmediata, como a mediano plazo. A corto plazo, por ejemplo, estudios muestran que a mayor ansiedad durante el embarazo, mayor es el riesgo de parto prematuro. La depresión, por su parte, se asocia a problemas en la lactancia, problemas en el vínculo y en el desarrollo del bebé, entre otros.
Los estudios muestran, además, que el apoyo recibido por parte de otros y otras significativas tiene una gran importancia en cuanto a los síntomas de ansiedad durante el embarazo y post-parto. Es decir, mientras más contentas están las mamás con el apoyo que perciben, menor ansiedad presentan en su embarazo y post-parto. Pero también viceversa. La falta de apoyo percibido puede redundar en ansiedad elevada, tristeza y sensación de soledad.
Es muy importante entonces visibilizar nuestros problemas, hablar de lo que nos pasa, expresar nuestras dudas, inquietudes y sentimientos durante esta etapa y pedir lo que necesitamos en este sentido, para que seamos acompañadas a tiempo por las personas adecuadas para nosotras. Puede ser con la pareja, la madre, una amiga, una abuela. Muchas veces junto con las personas de la familia, una necesita a otras mamás que estén en la misma etapa que una, que entiendan mejor que nadie lo que una está viviendo. A veces hay que hacer el esfuerzo de buscar este apoyo más allá de nuestro círculo cercano, sabiendo que es primordial para nuestra salud y la del bebé, rodearnos de ambientes protectores y recibir ayuda.
¿Tienes apoyo de parte de personas significativas en tu vida? ¿A quiénes más necesitas en este sentido y a quién o quiénes lo podrías pedir? ¿Conoces otras redes a las cuales recurrir, como grupos de mamás o de lactancia? ¿Necesitas que alguien te oriente al respecto? Actualmente, hay muchas psicólogas perinatales (o dedicadas a abordar los procesos que rodean el nacimiento) que te pueden ayudar a dar respuesta a estas y otras preguntas y a vivir tu maternidad de una manera lo suficientemente buena, para ti y tu bebé.