Evaluación
Evaluación de Habilidades Parentales
Nuestra propuesta
Muchas veces entendemos que el cuidado y acompañamiento de los hijos/as es algo que todas las madres y padres deberían hacer de manera muy espontánea. Sin embargo se convierte en una habilidad que siempre puede ser desarrollada y fortalecida.
Estar atentos a las necesidades de nuestros niños y niñas y responder de manera efectiva es algo que no solo tiene que ver con las características de los niños/as, si no también, con la de los cuidadores principales. Descubrir qué se nos hace más fácil y/o complejo al estar al cuidado de los hijos/as puede ser una gran oportunidad para fortalecer nuestras relaciones con quienes son tan importantes en nuestra vida.
La evaluación de habilidades parentales, constituye un primer paso para profundizar en el reconocimiento de los principales desafíos que podemos tener en la crianza de nuestros hijos/as. Conocernos en nuestro rol de madres y padres permitirá enfocar el desarrollo de habilidades que se ajusten a las necesidades particulares de nuestros hijos/as fortaleciendo así el vínculo con ellos/as en las distintas etapas de su vida.
¿En qué consiste?
La evaluación de habilidades parentales se realiza en 5 sesiones con madres, padres y/o adultos cuidadores.
En estas sesiones se realizan entrevistas en profundidad y la aplicación de baterías específicas para la pesquisa de dichas habilidades. Luego de terminado el proceso, se realiza una devolución que permite dar a conocer los principales hallazgos y sugerencias de intervención en base a éstos.
Después de 15 días hábiles, la profesional hace entrega del informe escrito con la síntesis de resultados y sugerencias de acuerdo al requerimiento que haya sido explicitado al inicio del proceso.
¿En qué contextos podría ser necesaria una evaluación de habilidades parentales?
Esta evaluación se realiza en distintos contextos y con diversos objetivos.
En algunos casos corresponde a una solicitud dentro de un proceso judicial como por ejemplo en casos en los que alguno de los cuidadores haya estado distante del niño/a o en situaciones de regulación de la relación, por ejemplo.
*Es necesario considerar que la evaluación en nuestro centro no constituye un peritaje ni tampoco se realizan en casos de sospecha o existencia de vulneración de derechos de los niños/as (ej: maltrato, abuso infantil y negligencia grave).
En otros casos, la evaluación de habilidades parentales se realiza de manera espontánea frente a la inquietud de algunos cuidadores y como paso previo a una intervención en crianza.